Un residente del Valle de Mexicali denunció penalmente a quien resulte responsable tras sufrir un cateo en su domicilio sin orden judicial, donde además hubo daños materiales, robo y tortura de uno de sus familiares por parte de agentes de la Fuerza Estatal de Seguridad.

El hombre, quien pide mantener el anonimato y cuya identidad fue confirmada por esta redacción, relató que el miércoles pasado llegó a su casa a las 14:40 horas y encontró a varios hombres que no portaban identificación dentro de su domicilio.

Entraron cortando el cerrojo y sin orden de cateo, con el pretexto de que habían escuchado disparos de armas de fuego, y por estar presuntos autos robados dentro de la propiedad. 

Quienes fueron identificados posteriormente como agentes estatales, bajaron la palanca de la energía eléctrica, deshabilitaron el sistema de seguridad y robaron el disco duro de las cámaras de seguridad.

En la casa se encontraba el hijastro del hombre, de 26 años, quien trabaja junto con él en un negocio de joyería de su propiedad. Los agentes se llevaron al joven a un cuarto que sirve como almacén y lo golpearon y torturaron para que les diera la combinación de la caja fuerte donde guardan las joyas y cuyo código desconocía la víctima.

Los agentes forzaron la caja fuerte, llevándose dinero en efectivo y joyas. El hombre hizo la denuncia al día siguiente de los hechos, y no ha vuelto a su domicilio porque teme por su seguridad.

Relató que además de su hijastro en el casa se encontraba una sobrina suya menor de edad, a los dos les quitaron sus teléfonos celulares y desde entonces notaron que diversos vehículos van y se detienen enfrente de los domicilios de sus familiares.

Antes de abandonar el domicilio, los agentes amenazaron al propietario de la vivienda y le advirtieron que no emprendiera acciones contra ellos. El hombre no ha regresado a su casa por temor a represalias.

La denuncia con el número 0202-2024-27439 fue interpuesta ante la Fiscalía General del Estado el jueves 5 de septiembre, un día después de los hechos. Mientras estaba realizando la denuncia, los agentes regresaron a su domicilio, y al no encontrarlo, se fueron a la casa de una vecina, quien denunció malos tratos, vejaciones y tortura, que documentó el medio Odisea Informativa ese mismo día.