Las mañaneras de la simulación

Por Dianeth Pérez Arreola

La última vez que me dejaron preguntar algo en la conferencia mañanera de la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, fue cuando hice enojar al jefe de gabinete, Alfredo Álvarez, sobre por qué Gobierno del Estado no había firmado el convenio que suele signarse con el Instituto de Transparencia estatal, acuerdo que por cierto, tampoco firmó la gobernadora cuando era alcaldesa de Mexicali. Eso fue en febrero.

De manera sistemática el director de Comunicación Social me fue relegando de las preguntas y eventualmente hasta de Whatsapp, donde desde junio me dejó en visto.

Cada vez es más evidente que las mañaneras se tratan de perder el mayor tiempo posible con explicaciones tardías, informaciones sin relevancia y preguntas a modo, dejando el tiempo y la oportunidad de cuestionamientos críticos al mínimo.

El reportaje publicado en agosto en Brújula News sobre los contratos de publicidad revela -a pesar del número limitado de documentos que me dieron- que solo considerando los diez contratos trimestrales más altos calculados en base anual, ya casi alcanza el presupuesto oficial para medios del 2022.

Este dato es importante porque nos habla de un presupuesto real ubicado entre los 400 y 500 millones de pesos, que se traducen en cientos de contratos de publicidad para comprar a muchos medios y a otros tantos que se creen que son medios. Algunas oportunidades para preguntar son tomadas por algunos para echarle porras a Marina del Pilar, ponerle preguntas a modo para que se luzca, o hacer cuestionamientos totalmente intrascendentes.

Como representante del mecanismo de protección a periodistas, creo importante dejar constancia de la censura, pues hay muchos compañeros a quienes no se les deja preguntar en las conferencias de la gobernadora. También es necesario que dejemos claro al Gobierno del Estado que estamos conscientes de su estrategia y sus métodos.

Agradezco a Christian Galarza haberme cedido la palabra cuando era su turno, pero seguramente de otra forma no hubiera podido hacer uso de la voz. Mis preguntas fueron de tres temas: Ariel Lizárraga y los porcentajes que cobra por contrato de publicidad; el exceso de presupuesto que se destina a los contratos de publicidad de los medios de comunicación; y las evidencias de corrupción que hay contra el secretario del Bienestar, Netza Jáuregui.

Ya sabía que las respuestas eran las que podían esperarse. Básicamente, la gobernadora exculpó a Ariel Lizárraga por el asunto del abuso sexual a un menor, y del porcentaje que cobra de los contratos no dijo nada. Además, lo nombró como “su amigo” y aseguró que no está en la nómina estatal.

 Sobre los contratos, dijo que me los daría, lo cual no pasará porque comprobaría más fehacientemente que el presupuesto oficial se excede y por mucho.

El tercer tema fue sobre los testimonios -anónimos y con nombre- que tengo sobre las irregularidades en la entrega de apoyos sociales por parte de la Secretaría del Bienestar, los cuales fueron descalificados de entrada por la gobernadora. Ahí va otro respaldo público de la mandataria a Netza, que le pasará factura más temprano que tarde.

La transparencia es uno de los factores indispensables de una democracia, por eso rechazamos todo intento de censura y condenamos las negativas a proporcionar información que debería ser pública.

Invito a mis compañeros periodistas a visibilizar sus casos de la manera que crean más conveniente.

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