Reportaje
Lidera Jorge Ramos organización con tintes de secta

El exalcalde de Tijuana maneja la filial de Quantum en Baja California, una organización que guarda ciertas similitudes con NXIVM, y que con la promesa de potencializar el liderazgo, en realidad presiona a los asistentes a buscar nuevos participantes que paguen los costosos entrenamientos
Por Dianeth Pérez Arreola
El 8 de septiembre de 2023 Verónica* acudió a un entrenamiento de la empresa “Quantum, Maestría del Ser”. Ella pasaba por una fuerte depresión y en ese momento vulnerable estaba dispuesta a acudir a lo que sea que le ofreciera sentirse mejor, por eso aceptó la invitación de una amiga suya, quien le dijo que no podía decirle de qué se trataba, pero que era lo que ella necesitaba en ese momento.
El instructor del “Curso Básico Cuántico” era Jorge Ramos, expresidente municipal de Tijuana (2007-2010). Se pidió su postura respecto a la denuncia que interpuso Verónica, la cual dijo es la primera en seis años que lleva dirigiendo el grupo, y negó que se tratara de un fraude y que se tratara mal a los participantes.

En ese primer curso había más de 100 participantes, cuenta Verónica; el costo fue de 7 mil pesos y la duración fue de 3 días. Como parte de las dinámicas, los dividieron en pequeños grupos y les preguntaron por los problemas que tenían en la vida.
Cada uno tenía un compañero “sombra”; si esa persona no llegaba a tiempo, el otro no podía entrar; si no llegaba al curso, se quedaba afuera; si no se inscribía para el curso siguiente, les creaban la incertidumbre de que el otro no fuera aceptado.
Les hicieron hincapié en que el contenido de ese curso solo era teoría; que para aprovechar todo el potencial tendrían que continuar el “entrenamiento”. Antes de que finalizara ese fin de semana, les preguntaron que quién quería cambiar su vida. Obviamente todos levantaron la mano, y escribieron sus nombres en un rotafolio. “Entonces pasen a registrarse para el segundo curso”, les dijo Ramos.

El segundo curso, titulado “avanzado” fue el siguiente fin de semana, del 15 al 17 de septiembre, y entre ese primer y segundo “entrenamiento”, los asistentes tenían que llamar al staff todos los días a la misma hora, para mantenerlos motivados y confirmar que efectivamente se registraran y pagaran los 10 mil pesos que costaba el segundo nivel.
El entrenador fue Juan Ángel Arreola Morales. Asistieron unos 50 participantes. Ahí fue donde Verónica empezó a dudar de la finalidad de los cursos. Los volvieron a dividir en grupos pequeños y en una de las dinámicas pasaban por turnos al centro y los demás tenían que decirles cosas negativas que percibían en ellos: “te veo débil”, “te veo inservible”. El staff también se sumaba a los “comentarios”. Verónica lloraba y siguió llorando cuando ella tuvo que decirles cosas similares a sus compañeros, pues sentía que eso estaba mal. “¿Se lo estás diciendo a ellos o te lo estás diciendo a ti?”, le preguntó el instructor ante sus titubeos.
En la dinámica final, tenían que contar una experiencia en la que se hubieran saboteado a sí mismos. Acto seguido Arreola Morales les dice que, si no quieren seguir así, que pasen a la mesa de registro para el tercer curso.
A quienes se resistían a comprometerse para “seguir avanzando” los evidenciaban frente a los demás como débiles. “Es el miedo el que no te deja avanzar”, les decían. Además, el staff usa las experiencias narradas como autosabotajes para presionarlos; si no querían continuar teniendo problemas familiares, laborales, financieros, personales debían inscribirse y pagar.
Ante sus titubeos, el compañero “sombra” de Verónica se ofreció a prestarle 2 mil pesos que le faltaban para completar el pago de 14 mil, valor del tercer curso y que sería del 6 al 8 de octubre.
Al final de ese último día del segundo curso, los urgían a inscribirse y pagar en ese momento, las 10 de la noche del domingo. Su “sombra” se ofreció a llevarla a su casa a recoger el dinero, a pesar de que ella tenía carro. Después él le comentó que el instructor le pidió que la acompañara. Ella concluye que fue una estrategia para que no pensara mucho en el alto costo del curso y tomara una decisión al calor de la presión para que continuarán su “formación”. Además, así se vería obligada a volver y no tendría tiempo de hablar la decisión del costoso curso con su familia y no podría ser disuadida.
Verónica cuenta que entre el segundo y tercer curso, una decena de participantes organizaron una carne asada. En el tercer curso salió el tema y Juan Ángel se dio cuenta que habían creado un grupo de Whatsapp. Los regañó y les ordenó que le dijeran quiénes eran los administradores, y que lo borraran bajo pena de no ser bienvenidos en los cursos, pues así se creaban chismes y se corría el riesgo de que comentaran contenidos del curso y les “robaran la experiencia” a quienes eran ajenos a los pasos del “entrenamiento”.
Ese tercer entrenamiento, llamado “liderazgo” lo impartieron Jorge Ramos y Juan Ángel Arreola Morales. El primer día, a pesar de las promesas de que ahora sí, toda la teoría vista en los cursos anteriores sería llevada a la práctica, empiezan preguntando a los participantes que cuántas personas se comprometen a llevar para que tomen el curso básico. A quienes solo dicen que una persona, los evidencian dejándolos de pie y les hacen preguntas como ¿ese es tu nivel de compromiso?, ¿eso es lo que vales?
Anotan sus nombres en el rotafolio y el número de personas que se comprometen a “enrolar” en el programa. Eran unas 35 personas, de las más de 100 que habían iniciado en septiembre. El segundo día, en su tiempo de comida les piden que hagan llamadas para convencer gente de asistir a los cursos de Quantum. Les dicen que tienen que mostrar 10 llamadas que hayan hecho para demostrar “que no se estaban haciendo pendejos”.
Ante la presión del primer día, dos personas ya no regresan. Es difícil poder invitar a alguien a un curso del que tienen prohibido dar detalles y en el que hay que invertir miles de pesos. Ese segundo día, desertan seis, entre ellos Verónica. Ese día les dicen cómo manipular a la gente para que acuda a los cursos; si saben que alguien está pasando por cualquier tipo de problema, deben mencionarlo. Por ejemplo, si alguien tiene problemas económicos, debían ofrecer el curso como muy útil para administrar mejor el dinero; si alguien tiene problemas familiares, debían ofrecer mejorar en las relaciones interpersonales como resultado del curso.
“Si conocen muy bien a la persona que van a invitar, ¿por qué no lo pagan ustedes y luego que ellos se los paguen?”, sugerían. “Si ya les dijeron que sí, ofrézcanse a llenar el formato y pídanle el número de tarjeta de crédito para asegurar que sí venga”, indicaba el staff.
Quantum, maestría del ser
El estadounidense John Hanley, fundó Lifespring en 1974 junto a otras dos personas. En octubre de 1987 Hanley tenía el 92.7 por ciento de la empresa. De acuerdo con información de Wikipedia, el entrenamiento constaba de tres niveles; básico, avanzado y liderazgo. En este último, los participantes eran básicamente una fuerza de ventas no remunerada con la misión de conseguir personas que siguieran alimentando el flujo de participantes y de recursos.
“Los instructores utilizaron la presión y la humillación para obligar a los participantes a alcanzar los objetivos de inscripción”, señala la información. Hanley maneja los centros de entrenamiento de Quantum. Lifespring desapareció a mediados de los noventas después de acusaciones sobre técnicas de control sobre los participantes.

Verónica solicitó al coordinador de Quantum Mexicali, Jonathan Cuevas Ferrer, los contratos que ella firmó para inscribirse en cada curso, de los cuales nunca recibió copia, ya que quería el reembolso íntegro de los cursos al sentirse defraudada y utilizada como fuerza de ventas.
Después supo que quienes habían concluido el tercer nivel, sirvieron como staff para el siguiente ciclo de cursos.
Después de mucho insistir le dan copia de su último curso, pues le dicen que es el único que no concluyó y le ofrecen regresarle el dinero de este último nivel.
La madre de Verónica consigue la ayuda de una abogada, y haciéndose pasar por su asistente acude a las oficinas de Quantum, que están ubicadas en la Plaza Fimbres, donde habla con Maritza Gutiérrez Posada, esposa de Jorge Ramos y quien se ostenta como apoderada legal de la empresa.
Al comentarle la forma en que fueron tratados los participantes, los insultos y las presiones, Maritza llora y asegura que desconocía que eso sucediera dentro de la organización.
La abogada solicita a Quantum el reembolso de todos los cursos, por 29 mil pesos y le pide a Verónica que no tenga comunicación con Maritza, quien insiste en hablar con ella.
La empresa ofreció el 27 de noviembre pasado, un contrato para regresar el dinero en tres pagos, pero incluye una cláusula de confidencialidad donde “se obliga a reservar la información sobre el contenido de la compensación que se le otorga, así como de los hechos y condiciones relativas, por lo que no podrá divulgar a persona alguna la información establecida aceptando la beneficiaria en caso de incumplimiento pagar en favor de Quantum la cantidad equivalente al 200 por ciento de la cantidad entregada en compensación”. La compensación es por haber recibido “trato inaceptable” por parte de un tercero contratado como entrenador de Quantum.
Verónica decide olvidarse del dinero, y el 11 de diciembre de 2023 interpone una denuncia por fraude y lo que resulte, ante la Fiscalía General del Estado (Número de caso 0202-2023-41670).

Relata que el ministerio público que la atendió, César Humberto Acebo Gutiérrez, la interrumpía en su relato, no la dejaba dar detalles y le recalcaba que ella pagó voluntariamente esas cantidades de dinero, por lo que la denuncia solo quedó por fraude, cuando ella buscaba que se incluyeran delitos relativos a la forma de operar de este grupo y por usurpación de profesiones, pues nadie cuenta con las credenciales profesionales para hacer lo que hacen, opina.
Jorge Ramos, el exalcalde de Tijuana, renunció a finales de octubre al Partido Acción Nacional tras 33 años de militancia. Tiene nexos con Carlos Torres, esposo de la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, y estratega político detrás del Partido Verde Ecologista, a donde se rumora se sumará Ramos, acción que aún no ha sucedido.
La versión de la empresa
En entrevista, Jorge Ramos manifestó que se está “descontextualizando” el entrenamiento. Dijo que él y su esposa cuentan con dos certificaciones internaciones con el creador del entrenamiento, que reconoció es John Hanley, lo que a su ver los califica como instructores.
Agregó que su esposa cuenta con maestría en terapia familiar y es especialista en adicciones con 15 años de experiencia en este tipo de prácticas. Aclaró que a todos los participantes se les da copia de su contrato como de sus recibos de pago, aunque aceptó que “puede ocurrir” que alguien no se le haya entregado pues son cientos de personas los que han pasado por los cursos.
Aseguró que él y su esposa tuvieron su primer contacto con Quantum hace aproximadamente doce años y desde hace seis ellos son los responsables de la filial en Baja California. Informó que Arreola Morales ya no trabaja con ellos a partir de este año y dijo que de ninguna manera es el lenguaje y el trato que usan ellos en sus cursos lo descrito por la denunciante.
Remarcó que la de Verónica es la primera denuncia penal que tienen en seis años al frente de Quantum y negó que se trate de entrenamientos para gente “con problemas” sino que es para “potenciar liderazgos”.

Declaró que el primer día se les da a todos a leer el contrato y se les dice que no hay devolución del dinero. Justificó que el documento donde pretendían reintegrar el dinero en abonos y que incluye la cláusula de confidencialidad, fue porque se estaba haciendo una excepción con Verónica.
Ramos externó que a los entrenamientos ha invitado a su familia y amistades cercanas, ¿tú crees que metería a mi familia a un proceso así?, cuestionó ante la descripción hecha por la víctima de los métodos de Quantum. “Si fuera así fuera una manipulación, sería perverso”, opinó y agregó que le preocupa que se dañe el prestigio de una institución así, que hace tanto por la gente.
Jorge Ramos Hernández tiene una licenciatura trunca en Derecho, mientras que su esposa, Maritza Gutiérrez Posada, cuenta con cédula profesional como licenciada en administración de mercadotecnia, la 7297363, según datos de la página del Registro Nacional de Profesiones.
Ramos se ofreció a contactar a esta reportera con un participante satisfecho de los cursos, “pues así como hay gente que vive una experiencia brillante, hay gente que no la hay”.
Adolfo González Miranda, abogado residente en Mexicali con empresa propia, narró que empezó en diciembre de 2022 con los entrenamientos y continuó su formación todo el 2023. Invitó a su esposa, hermano, hermana, cuñado y sobrinos a tomar todos los cursos.
Calculó que cumplir todos los niveles le significó una inversión aproximada de 25 mil pesos y señaló haber sido staff en algunas jornadas “pero por amor al arte, sin pago, sin ser obligado y de manera voluntaria”.
Aunque primero comentó que se trata de personas con situaciones laborales, financieras, o personales, después manifestó que no se trata de arreglarles algo, sino de “potencializar lo que ya funciona”.
Añadió que no se trata de una empresa multinivel, que no hubo presión para “reclutar” a nadie y que en los cursos no hubo presiones ni insultos.

Métodos de control mental
Según “Freedom of Mind”, los métodos de control mental utilizados por las sectas, incluyen controlar el ambiente físico, establecer reglas estrictas, un sistema de recompensas y castigos, manipulación de la culpa, favorecer el sentimiento de sentirse elegido o especial.
Los métodos de Quantum guardan cierta similitud con los de NXIVM, la secta de origen estadounidense dirigida por Keith Raniere, condenado e 2019 por tráfico sexual, trabajo esclavo y crimen organizado, calificado como una organización multinivel que ofrecía cursos de desarrollo personal.
La filial en México era dirigida por Emiliano Salinas, hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari, quien era instructor de cursos de coaching para ejecutivos, o dicho de otra manera, de cursos de liderazgo.
Numerosos políticos, empresarios e hijos de expresidentes resultaron con nexos a esa secta, entre ellos el dirigente de Morena, Mario Delgado, quien aceptó las ligas con NXIVM en un comunicado y se dijo “engañado” al conocerse las prácticas de la secta.
Algunas características de las empresas manipuladoras cuyo objetivo es potenciar el liderazgo, según la página del Centro Integral de Psicología, son:
Secretismo: No dan detalles específicos del programa, una vez dentro, exigen no develar contenido y/o piden firmar contratos de confidencialidad.
Constan de varios niveles: Al final te conviertes en líder, fomentan el privilegio de “pertenecer”.
Obligación de invitar a más personas: Esta meta a menudo la disfrazan de superación personal, de capacidad para influir en la gente.
Contar tu intimidad: Es básico para quebrar a las personas emocionalmente, saber sus debilidades y utilizarlas en su contra.
Humillación: La desaprobación, los gritos, la humillación y los comentarios ofensivos son parte de su forma de actuar para presionar a los participantes y que actúen en la forma que se les indique.
La palabra “cuántico”: Suelen utilizar pseudociencia en sus discursos.
Horarios no convencionales: Por lo general los cursos son los fines de semana, a puerta cerrada, en horarios poco convencionales, que terminan muy tarde e inician muy temprano dando pocas horas de sueño a los participantes.
Ninguna autoridad, ni de salud ni educativa, regula el funcionamiento de estos grupos, y eso en combinación con el secretismo con el que funcionan, y con el hecho de que por lo general la gente que llega a esos “entrenamientos” está pasando por situaciones complicadas en sus vidas que los hacen vulnerables, hacen muy complicada su detección y el análisis de sus métodos.
*Nombre ficticio a petición de la víctima
Corrupción
Despojan a mujer de su propiedad en el Valle con contubernio de autoridades

El 17 de marzo pasado, Gabriela López Cital tuvo una llamada desde un número de teléfono de Estados Unidos con una mujer que se ostentó como la propietaria de un predio en el Valle de Mexicali que está en posesión de la familia de Gabriela desde hace cuatro generaciones.
Acordaron verse en un lugar y llevar cada una los documentos que las amparan como propietarias del mismo terreno, ubicado en la colonia Colorado Cinco, delegación Cerro Prieto, de 10 hectáreas de superficie.

Gabriela consultó con su abogada, quien le recomendó no ir y no mostrar el documento que la respalda como auténtica propietaria del predio a nadie que no sea la autoridad.
Las diez hectáreas fueron otorgadas al padre de su suegro, tras el movimiento del asalto a las tierras. Con el paso del tiempo, la familia fue permitiendo que diversas familias se asentaran en una parte del predio. Al quedar viuda, Gabriela decidió actualizar la propiedad para lotificarla y quedó asentada en un documento de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) una superficie de 7.5 hectáreas para no afectar a las familias. En ese predio tenía una casa rodante donde a veces pernoctaba.

El 20 de marzo a Gabriela se le deja venir un vehículo salir de su propiedad, y su auto queda parcialmente fuera del predio. La aborda la mujer de la llamada telefónica, Celia del Carmen Astudillo Oropeza, alias Carmen Oropeza Hernández, alias Carmen Oropeza viuda de Astudillo, alias Celia Astudillo Oropeza, alias María del Carmen Oropeza Hernández.
Esta mujer tiene más de 90 denuncias, muchas por fraude. Una parte de ellas aparecen en el viejo sistema, y muchas las ha zanjado con reparación del daño, de acuerdo con información de fuentes dentro de la Fiscalía General del Estado.
También la increpa por la ventanilla un hombre encapuchado, identificado como José Ángel Soto Cuevas y otro sujeto, quienes le piden irse del predio con palabras y gestos amenazantes. Para su alivio, ve acercarse una patrulla de la Policía Municipal, pero el agente al acercarse le pide lo mismo que la mujer y los dos hombres: que abandone su propiedad.

Ella contesta que no se irá y da reversa a su auto, para regresar a su casa rodante. El hombre encapuchado llama a la Fiscalía General del Estado (FGE) y llegan dos unidades, un pick up y un auto pequeño, que tienen los logos de la corporación, los cuales permanecen horas afuera del predio, junto con el hombre encapuchado como una manera de intimidar a Gabriela, pues los agentes no buscan hacer contacto con ella. Llama al 911 y no llega nadie. La abogada llega a la comandancia del ejido Michoacán de Ocampo para convencer a la policía que la acompañe al predio, para hacer frente al asedio que sufre Gabriela.
El agente de la FGE que iba en el pick up, quien permanece con el rostro cubierto, le dice al policía municipal que es Ministerio Público del área de Patrimoniales, pero no quiso identificarse ante Gabriela y su abogada. El policía que levantó el reporte, tampoco quiso proporcionárselos.
Eso sucedió como a las tres de la tarde, y las unidades de la FGE se fueron cerca de las ocho de la noche. Interponen una primera denuncia contra Celia del Carmen por ataque peligroso al día siguiente, el 21 de marzo (NUC 0202-2025-07155).

De esta mujer saben que tiene domicilio en Estados Unidos, y para sus asuntos legales da una dirección de la colonia Santa Rosalía, en Mexicali. Se ostenta como abogada y sus empleados se refieren a ella como “la licenciada”, sin embargo, no aparece cédula profesional alguna a su nombre o alguno de sus múltiples alias.
Gabriela manda a hacer varias lonas que coloca en el perímetro de su terreno, para decir que es propiedad privada. El 26 de marzo se encontraban tres trabajadores de Gabriela haciendo un cerco cuando se aproximan dos patrullas de la Policía Municipal. Esposan y suben a dos de ellos mientras el tercero toma video de los hechos con su teléfono desde lejos.
En eso llega una grúa, y enfrente de los agentes -aprovechando la ausencia de Gabriela-, engancha la casa rodante y se la lleva. Para llevarse un vehículo de esas dimensiones se necesita una grúa especial, así que la acción ya estaba planeada, y se ejecuta frente a la policía sin que medie documento alguno que avale esa medida y sin que intervengan.
La patrulla donde se llevan a los dos trabajadores se dirige a la carretera a San Felipe. Se estacionan por cuatro horas junto a un retén de la Guardia Nacional. Los hombres son mantenidos incomunicados y sin información del motivo de su detención o su destino inmediato.
Finalmente, los llevan a la comandancia de la colonia Robledo, donde los dejan esposados a una banca, y un agente les dice que hablará con el juez calificador. Cuando éste regresa les dice que ya se pueden ir porque no fue nadie a ratificar la denuncia. Nunca los presentan ante el juez.
Al día siguiente, el 27 de marzo, Gabriela y su abogada interponen una segunda denuncia (NUC 0202-2025-07861), ahora por robo calificado, y la amplían el dos de abril con los testimonios de los trabajadores, fotos y videos de los hechos.
La propia fiscalía les recomienda que interpongan otra denuncia por amenazas, lo cual hacen el 4 de abril, para asegurar que se le otorguen medidas de protección a Gabriela. Se las otorgan, pero no se han cumplido.

A los pocos días encuentran la casa rodante vandalizada, con la cerradura violada y las llantas destrozadas. Tras hacer las costosas reparaciones, la regresan al predio.
Gabriela pide a sus trabajadores que hagan una zanja para que no puedan volver a cruzar vehículos. En una de las idas al predio, le cuenta un vecino que fue Lino Amelio, junto con el hombre encapuchado, de nombre José Ángel Soto Cuevas y un tercero, en una camioneta negra de lujo, a preguntar quién había hecho la zanja.
De la camioneta desciende Lino Marcel Amelio Vila. Es el dirigente del Sindicato de Transportes Leonardo Rodríguez Alcaine, organización integrante de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem), que a nivel nacional lidera el diputado federal morenista Pedro Haces Barba.
El vecino les dice a los hombres que Gabriela le pagó para hacer la zanja. Los hombres lo amenazan y le advierten que para el siguiente día debe tapar la zanja porque van a regresar.
El vecino lo hace, pero le cuenta a Gabriela. Se pasa todo el día siguiente en su predio, pero no pasa nada. El día posterior aprovechando que no hay nadie, vuelve y sacan la casa rodante otra vez.
La encuentran abandonada como a un kilómetro, pero antes de llevársela, la abogada pide a la FGE que vaya al sitio para que incorpore esa prueba al expediente.
Desde entonces, a plena luz del día y con un ejército de trabajadores, levantaron un cerco con materiales de primera calidad, metieron al terreno una oficina móvil, y dejaron ahí a dos hombres.
El patrimonio de Gabriela está en otras manos sin que su contraparte haya podido acreditar ser la legítima dueña del predio, con acciones ilegales como sacar la casa rodante en las narices de la policía, ocupando el predio ilegalmente y cercándolo sin su consentimiento.

Las sospechas de Gabriela y su abogada, es que Celia es solo la cara visible de una organización con una maquinaria muy bien aceitada para llevar a cabo despojos en el Valle de Mexicali. Han sabido de otros casos similares y tienen la esperanza de que una vez difundido el caso, aparezcan más víctimas de estos u otros estafadores. Refieren el caso de un acaudalado agricultor, a quien el crimen organizado no solo lo despojó de un gran predio en Islas Agrarias, también levantó y vendió la cosecha que había en el lugar.
Celia del Carmen y José Ángel Soto Cuevas tienen entre sus contactos de redes sociales a pastores, ministros y diversas páginas y centros de culto cristianos. La abogada incluso recibió una invitación de la acusada para que acudiera a un evento de su congregación.

Por su parte, José Ángel Soto Cuevas se dice empleado de “la licenciada” pero actúa como mano derecha de Lino Amelio. A su vez, el líder sindical del Catem señaló ser solo el representante de los trabajadores de la obra en desarrollo. “No es asunto nuestro quien sea el dueño solo ejecutamos la obra por contrato con nuestro sindicato. El contratista utiliza maquinaria y camiones del sindicato para ejecutar la terracería”, comentó.
Al referirle que efectuaban obras para alguien que no puede acreditar la legítima propiedad del predio, y que su presencia en el lugar está asentada como parte de una denuncia, declaró que solo ha hablado con el contratista que solicitó los camiones y la maquinaria, que solo tienen interés en la “ejecución y tiempo de entrega de las calles” y que seguramente el vecino lo confunde con alguien más.
Junto a la extraña participación de Lino Amelio, dirigente del Catem, hay rumores de que ese sindicato se dedica a invadir terrenos y Gabriela apunta a Patricia Sosa, secretaria General de la Federación Autónoma de Trabajadores y Empleados de Baja California, y titular de comunicación social de Catem a nivel nacional,de quien hay rumores que invade terrenos ayudada por la fuerza sindical.
A Celia del Carmen Astudillo Oropeza le aparecen cuatro propiedades en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio. Todos de 2024 y todos en la colonia Cerro Prieto II. El primero es por casi un millón y medio registrado en marzo; el segundo por 503 mil pesos; el tercero por 125 mil pesos; y otro por 2 millones 220 mil pesos. Estos tres últimos el mismo día: 11 de abril.
Todos estos registros de compra-venta han sido con el notario número 10, Tobías Duarte, quien es vicepresidente del Colegio de Notarios de Baja California, fue secretario del Ayuntamiento en la administración de Francisco “Panchito” Pérez Tejada y poseedor de un valioso capital inmobiliario.
Maribel Avilés Osuna, en su carácter de apoderada legal del XXI Ayuntamiento, presentó una denuncia en 2021 donde se involucra a Duarte en compras irregulares de terrenos por parte de su esposa, Romina Castellanos García.
La impotencia de Gabriela y su abogada ante el despojo sufrido, es evidente. Hablan con tristeza y coraje de lo acontecido, de la protección a los responsables, de la falta de cumplimiento de las medidas de protección que le dieron, pero que no están cumpliendo.
La víctima de robo, amenazas y despojo subraya lo rápida que puede ser la justicia cuando se trata de personajes políticos, y lo vacío que resulta el mensaje del gobierno estatal cuando se trata de la protección de las mujeres. “Este es el cobro de piso que estamos pagando muchos en el valle”, concluye.
Los señalados son inocentes hasta que se demuestre lo contrario.
Corrupción
Simulan competencia y los favorece INIFE

La empresa Península Doce, de Salvador Alejando Díaz Gutiérrez, es una de las favoritas del Instituto de Infraestructura Física Educativa de Baja California (INIFE).
De 17 contratos del 2021 al 2024 que le aparecen a la empresa en el Portal Nacional de Transparencia, 12 son con el INIFE, 3 con la Secretaría del Bienestar y 2 con la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenación Territorial (SIDURT).
De los doce contratos con INIFE, solo uno fue ganado por licitación pública; la rehabilitación de un módulo sanitario para una secundaria. El resto fueron 6 por adjudicación directa y 10 por invitación a cuando menos 3 personas.
Península Doce está registrada, según datos de la Secretaría de Economía, a nombre de Kenya León Meza, en 2019. Ella es esposa de Salvador Alejando Díaz Gutiérrez, y hermana de Mónica León Meza. Los tres participan en las invitaciones y licitaciones como personas físicas y como Península Doce.
La empresa y Mónica León Meza comparten el mismo domicilio fiscal, una casa habitación en la colonia ex ejido Coahuila, que aparece en los documentos oficiales como si estuviera en la colonia Maestros Federales.
Se solicitó vía el portal de transparencia información sobre contratos con INIFE a nombre de Península Doce, Kenya León Meza, Salvador Alejandro Díaz Gutiérrez y Mónica León Meza del 2020 al 2024. Aparecen 31contratos que suman más de 70 millones de pesos; 6 por adjudicación directa, 9 por licitación y 16 por invitación.
Durante el gobierno de Jaime Bonilla, Península Doce se embolsó más de 37 millones de pesos y durante el gobierno de Marina del Pilar, los beneficios económicos se multiplicaron, todo aparentemente bajo la protección de Javier Urbalejo Cinco, quien actualmente aparece en el directorio de SIDURT como Subsecretario de Planeación, Inversión Sectorial y Control Obra, y fue titular de INIFE al inicio de la administración de Avila Olmeda.

En entrevista, Joaquín Armando Vale Ríos, actual titular del INIFE, manifestó que la Ley de Obras Públicas tanto del estado como la federal permite hacer invitaciones o adjudicaciones directas.
“En este caso nosotros nos estamos apegando a la ley de obras del estado, más que nada el tema es el tiempo que lleva realizar una licitación. La mayoría de las obras que tenemos en INIFE o que la Secretaría de Educación nos adjudica a nosotros para ejecutar, pues siempre tienen el factor del tiempo, la premura, la necesidad en las escuelas y esto hace que busquemos nosotros el método más rápido de contratación para atender esa necesidad que se requiera en una escuela y atenderla lo antes posible”, indicó.
Eso implica muchas veces tener un plantel cerrado, que los niños no tengan clases, entonces nos lleva a nosotros como instituto ejecutor, a buscar esa ruta y utilizar ese mecanismo que da la ley; al final de cuentas existe por una razón, señaló.
Cuestionado sobre la diferencia de tiempo entre una licitación y los otros esquemas de invitación y adjudicación directa, Vale Ríos explicó que en un tiempo óptimo una licitación pública sin ningún contratiempo puede llevar un mes hasta la contratación. En cambio, una invitación solo puede llevar de 15 a 20 días como máximo, y la adjudicación directa, una semana.

Agregó que en una licitación pública puede haber muchos factores que extiendan el proceso, muchas veces entran más participantes, desconocen los temas de infraestructura educativa, necesitan más información, etc.
Si se declara desierta hay que volver a empezar, entonces si duraba un mes, se amplía a otro mes. Muchas veces por solicitud de la Secretaría de Educación hacemos estos procedimientos y nos solicitan en carácter de urgente iniciar trabajos, dijo. “No podemos iniciar un trabajo hasta que no tengamos un contrato, y esto nos lleva a irnos por este tipo de procedimientos”, añadió.
Al titular del INIFE se le preguntó si existía una revisión exhaustiva de las empresas participantes, ya que Península Doce, Kenya y Mónica León Meza, y Salvador Alejandro Díaz Gutiérrez, son la misma empresa simulando competencia.
“Nosotros decidimos a qué empresas vamos a invitar a participar, son empresas con un antecedente previo en INIFE, que han tenido buenos tiempos de entrega, o trabajos bien cumplidos. Se trata de invitar a empresas en las que el instituto ya tiene una experiencia previa con ellos”, opinó.
Sobre la competencia simulada, declaró que “Sí lo revisamos, tan así, que en los mismos procedimientos no pueden participar dos empresas que pertenezcan a una misma persona… necesitaría revisar a fondo pero la misma ley no nos permite contratar en ese esquema”.
Aceptó que no se hace un análisis detallado pero que en los requisitos de la ley se establece que la empresa debe tener un registro en el padrón de contratistas que emite la SIDURT, que se actualiza año con año.
Acerca de las observaciones que ha hecho la Auditoría Superior del Estado a las obras de Península Doce, remarcó que “Ellos de antemano ya revisaron toda esa parte y ya otorgaron el registro del padrón de contratistas porque la empresa a la fecha en que se aprobó el registro se podría decir que no tiene ninguna observación. También se da el caso que hay muchas observaciones a las empresas por parte de los órganos fiscalizadores, pero son observaciones que se van solventando. Muchas veces hay observaciones dentro de contratos de algunas empresas que no son por causas imputables al contratista, sino errores o situaciones que el mismo proceso traía, que no estaba contemplado de origen”.
Península Doce construyó unos módulos sanitarios por más de 13 millones de pesos en el estadio de beisbol previo a la Serie del Caribe, donde al menos el primer día del evento no tenían agua y cobraron 10 pesos por su uso.

Estatal
Irregular contratación de pantallas publicitarias sin permisos de operación

En el concentrado de contratos publicitarios del Ayuntamiento de Mexicali correspondiente al 2024, hay contratos con tres denominaciones diferentes pero relacionados con la misma empresa de pantallas electrónicas; es Maya Publicidad, que suma 2 millones 257 mil 285 pesos en total.
Firman los contratos Mario Alberto Lares Solís y Yamile Baduy Lamarque. Ésta última, aparece como secretaria técnica en un documento de la administración municipal del panista Gustavo Sánchez.

A Maya Publicidad la representa la empresa IBRS Consultores, y uno de los empleados es Jesús Daniel Orona Gastélum, quien es el director jurídico de la Dirección de Administración Urbana (DAU), que encabeza Daniel Valenzuela.

Uno de los socios fundadores de la empresa consultora es Víctor Francisco Ibarra Peralta, a quien le da ventaja que uno de los integrantes de su empresa, sea el director jurídico de la DAU.
Fue su subalterno en la administración de Gustavo Sánchez:

Cabe destacar que información de una fuente confiable dentro de la administración municipal, señaló que las pantallas electrónicas de Maya Publicidad no cuentan con el correspondiente permiso del Ayuntamiento, lo que parece no importar a la hora de otorgar los contratos de publicidad.

Orona Gastélum hace negocios como juez y parte dentro del XXV Ayuntamiento de Mexicali, y se ve muy seguido a Víctor Francisco Ibarra Peralta haciendo antesala para ver a su empleado y funcionario municipal.

Por lo que toca a las personas que firman los contratos, hay pocas pistas en internet de la trayectoria de Mario Alberto. Sobre ella, aparte de su trabajo en el XXII Ayuntamiento de Mexicali, en el Registro Nacional de Profesionistas se encontró una cédula expedida en el 2010 que acredita una licenciatura en Negocios Internacionales en el Cetys.
Se encontró en el Registro Público de la Propiedad un inmueble que adquirieron Mario Alberto Lares Solís y Yamile Baduy Lamarque en el año 2022, en el fraccionamiento Viñedos del Mar, en Ensenada, con valor de 3 millones 300 mil pesos.


Ese es el único inmueble donde aparece el nombre de Mario Alberto Lares Solís, pero con el nombre de Yamile Baduy Lamarque hay varias propiedades: un lote rústico en Tecate, un inmueble de más de 6 millones en el fraccionamiento El descanso II en Rosarito adquirido en el 2023 y otro par de propiedades en Mexicali: uno por donación de su madre y otro adquirido junto con dos de sus hermanas.
Maya Publicidad inició en el 2015, según el perfil de la empresa en la red LinkedIn, la cual registra solo dos empleados. No hay evidencia de que Baduy y Lares sean prestanombres, pero es una posibilidad.

Los contratos de Maya Publicidad con el Ayuntamiento se remontan a 2020, el primer año completo de la ahora gobernadora Marina del Pilar Avilar Olmeda al frente de la administración municipal. Antes de ese año los registros aparecen vacíos.
Estas son algunas de las pantallas de Maya Publicidad que carecen de permisos:



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