La pausa diplomática de México con Estados Unidos no tendrá efectos a gran escala, opinó la doctora Kenia Ramírez Meda, académica de la Facultad de Ciencias Políticas de la UABC.

Explicó que la pausa diplomática no es un término formal del derecho internacional, es un término que se ha utilizado para imponer un tiempo de espera en las relaciones diplomáticas con una contraparte con la cual se ha tenido un malentendido en algún tema, como sucedió con España.

La pausa se realiza con las embajadas, en actividades que ya se tenían pactadas en el ámbito cultural o en otros ámbitos, pero no con los países, y no afectará a nivel macro en aspectos como el tratado de libre comercio, ni a nivel micro como son las citas para visas, señaló.

“Definitivamente enrarece el ambiente, pero en el ámbito formal no tiene un impacto mayor. En el caso de Estados Unidos, México tiene una relación más estrecha y pudiera tener más afectaciones en el largo plazo si no hay un entendimiento en este tema en concreto, pero no hay afectación en el corto plazo”, opinó.

Esta pausa puede ser una estrategia para esperar los resultados de las elecciones en Estados Unidos y también para hacer posicionamientos más formales y más contundentes de cara al cambio de gobierno en Estados Unidos y también al cambio de gobierno en México, concluyó.

Sobre la reforma al Poder Judicial declaró que como socio comercial de Estados Unidos, debemos saber que ellos condicionan sus inversiones al sistema político del país, como una garantía de sus inversiones.

Estados Unidos necesita tener una garantía de tener un sistema afín al de ellos, que considere aspectos como de economía abierta, democracia y estabilidad, precisó la académica.

 “No debería de impresionarnos que ofrezcan estas declaraciones ante reformas que ellos consideran un retroceso al sistema democrático. De hecho estas reformas vienen por cierta presión de Estados Unidos para que México empiece a abrir su economía, se empiece a preparar para el tratado de libre comercio y duran alrededor de 30 años en consolidarse”, indicó.

Estados Unidos considera que esta reforma es un retroceso en la democracia, México ha venido haciendo reformas en medida de lo que Estados Unidos requiere como inversor y como principal socio comercial, aseguró, por lo que no es una sorpresa que estén reaccionando de esta manera.

Deberíamos ir por más clama, más mesura, somos un país receptor del nearshoring y es una fuente importante de recursos para México, concluyó.